25 feb 2008

Sorpresa

Si echo la mirada atrás y trato de imaginarme hace diez años en la consulta de una bruja diciéndome (y adivinando…) cómo iba a ser mi vida actualmente, no me hubiera creído ni una sola de sus palabras.

Ahora me doy cuenta de que de nada sirven los planes porque el destino te depara experiencias que nunca hubieras esperado. ¿Imaginabas así tu situación laboral? ¿Y tu familia? ¿Y tus amigos? ¿Y dónde vives? ¿Y eso que te está pasando ahora…?

¿A que no?

Lo maravilloso de todo esto es saber que la vida te traerá momentos que ahora ni te imaginas. Seguro.

19 feb 2008

Mi comunidad

Como esto se está poniendo peor que un libro de autoayuda, introduzco anécdota.

Una comunidad de diez edificios, con ocho o nueve plantas cada uno, da para mucho. Acababa yo de llegar del trabajo y recién duchada oigo un par de llamadas impacientes al timbre de casa. Abro. Un arbusto de medio metro en los brazos de una señora de metro y medio, pelirroja y con pinta de bruja, se me quedan petrificados delante. Debería ser al revés, ¿no? Soy yo la que está en casa y viene a verme una pirada, la sorpresa debería ser mía.
- ¿Sí?
- ¿Pero no viven aquí Angy y Pedro?
“Pues ya ve usted que no”, pienso yo y digo con el gesto.
Sin embargo, la señora, hablando un extraño castellano atropellado, toma confianza (nunca se la di…) y me dice que Angy y Pedro han tenido gemelos (ajá); que la luz de la luna enturbia su vista (¿ein? eso no sé como tomármelo); que mi ático era un 'ático encantado' (mmm, esto ya me está dando un poco de miedo) y, levantando la mirada, que tengo que cambiar la bombilla fundida (alucino).
- Bueno, me voy ya, que he quedado a las seis.
- Bien, porque son las nueve. (¿¿¿¿????)

Debería ilustrar este post con una foto de ese enorme arbusto, o de mi cara cuando cerré la puerta. Qué pena no haber tenido una cámara...

16 feb 2008

Desdramatizar

A mí, que de pequeña quería ser actriz, lo de desdramatizar me cuesta horrores. Además soy algo susceptible y sensible en exceso. Cuando quiero algo lucho hasta conseguirlo, cuando algo me importa me doy al 200%, soy perseverante, cabezota, no veo barreras sino pequeños obstáculos que no me paran en el camino y me ilusiono como una niña con casi cualquier proyecto que se me proponga. Cuando vives tan apasionadamente, las penas se sufren igual. Las desilusiones y las derrotas parecen terribles.

Sin embargo, como bien conoce y aplica la gente inteligente (vosotros sabéis quiénes sois), esta vida es mucho más agradable si desdramatizamos ciertos asuntos; o más bien casi todos los asuntos. Darle a cada cosa la importancia que tiene y que cada asunto que nos preocupa nos preocupe en la justa medida, son premisas fundamentales para poderse levantar uno cada día con la cabeza bien alta y con las ganas suficientes como para seguir comiéndose el mundo. En conclusión, saber relativizar los problemas es la base de nuestra felicidad.

Para poder relativizar y darle a cada cuestión su sitio, lo primero es tener bien claro que:
- Lo más importante es uno mismo. Que cada uno de nosotros somos únicos y originales y que nadie es ni mejor ni peor que tú, sólo distinto. Las personas que están contigo lo hacen porque les gustas así, sácale partido a tus peculiaridades. El que no quiera estar contigo está en todo su derecho, pero entonces a ti esa persona no te interesa, porque no valora aquello que te hace ser tú mismo.
- Como dijo un adelantado a su tiempo: "Sé con los demás como te gustaría que fueran contigo" y "Ama al prójimo como a ti mismo".

No hay nada que te vaya a hacer más feliz que quererte mucho y querer igual a los demás. Espero que no confundáis el asunto con nada religioso: bien saben los que me conocen que la última vez que entré en una Iglesia llevaba zapatitos blancos... Además, la autoridad no va conmigo y menos la que impone su moral (pero ya hablaremos de esto más adelante).

En fin, desdramatiza, quiérete, disfruta de las cosas buenas que te da la vida, quiere a tu gente, sé solidario, generoso y disfruta del momento sin pensar en lo que 'podrías estar haciendo'. Si quieres, puedes.

Besos miles.

14 feb 2008

La Vida Moderna

Para poder construir teorías y relatar prácticas referentes a la Vida Moderna, para que entendáis el marco en el que nacen mis experiencias, lo primero que voy a hacer es describiros mi particular visión acerca de qué es y en qué consiste tal estilo de vida.

Estás viviendo irremediablemente lo que yo llamo la Vida Moderna si:
1. Naciste en un país occidental, gobernado en democracia, relativamente avanzado y capitalista.
2. Tienes entre 16 y 45 años. Los menores de dieciséis, los que todavía no están trabajando, tengo la esperanza de que vivirán otra cosa; los mayores de cuarenta o cuarenta y cinco han recibido una educación diferente, han vivido otra política, han tenido distintas oportunidades, preocupaciones… Aunque a ellos también les interesa la Vida Moderna porque tienen a su descendencia inmersa en ella.
3. Tienes un trabajo que te reporta muy pocas satisfacciones. En tu empresa no te tratan como a una persona de carne y hueso sino que a veces parecen verte como a un ente robótico, que ni sufre, ni padece y que puede trabajar en unas condiciones de mierda y mucho, trabajar mucho.
4. No ganas lo suficiente como para llevar el ritmo de consumo que marca la norma. No puedes comprarte una casa y si lo intentas, vives tan ahogado que empiezas a prescindir de las salidas nocturnas… No tienes un coche guay, ropa guay, amigos guays, pisito guay, porque los precios están por las nubes y tu sueldo es miseria.

Los que vivimos una Vida Moderna ya no nos conformamos con tener suficiente alimento para estar nutridos (porque nos encanta la Nocilla), nos parecería terrorífico tener que rescatar y volver a vestir los jerseys de hace ocho años (aunque calientan igual), ya no queremos arrugas, ni celulitis, ni tetas pequeñas (aunque ahí resida la verdadera belleza).

Queremos ser cultos, guapos, llevar una vida plena, rodeada de gente interesante y practicar un montón de aficiones. Nos frustramos cuando no nos quedan bien unos pantalones o cuando nos quedamos todo un domingo en casa sin hacer nada.

Hace cincuenta años (y actualmente en muchos países del mundo) la gente no podía acabar con su celulitis de un plumazo, ni viajaba cada año, ni practiba kite surf, sin embargo había mucha gente feliz (e infeliz, claro). Por tanto, me llama poderosamente la atención que el índice de depresión entre la población aumente cada año y crezca en la misma proporción en que lo hacen los avances en la medicina, las innovaciones tecnológicas, la reducción del precio de los billetes de avión, etc. ¡Qué curioso! Cuanto más fácil es hacerse un viaje al paraíso, cuantas menos enfermedades padecemos, más tristes estamos: en 2006 el 15% de la población total española que superaba los 16 años estaba deprimida, según el INE. Si contamos las depresiones infantiles y las no diagnosticadas, se estiman unos cuantos puntos porcentuales por encima de lo que revela el INE…

En conclusión, la Vida Moderna es la que nos sumerge en un círculo de falsas aspiraciones. Es la que no nos ha enseñado a ser fuertes y no frustrarnos ante las adversidades, la que nos quiere incapaces de disfrutar de las cosas verdaderamente importantes. La Vida Modena es la que nos dio acceso a un teléfono móvil y a la vacuna contra la rubeola, la que nos permitió beber Coca-Cola cuando tenemos sed y Actimel cuando padecemos estados carenciales. Pero la que no nos deja disfrutar de lo que lo de verdad importa, lo que hace treinta años, cuando un GPS eran sólo tres letras, hizo feliz a un montón de hombres, mujeres, niños, ancianos y bebés: el amor.

Para seguir pensando:

1. ¿Quién está interesado en fomentar la Vida Moderna? ¿Quiénes se aprovechan de la superficialidad?

2. ¿Por qué lo que de verdad importa, una vez tenemos las necesidades básicas cubiertas, es el amor: el cariño, el respeto, el apoyo, la comprensión, la amistad?

Besos a todos.

12 feb 2008

Bienvenida

Hola a todos y bienvenidos a mi blog.

Por fin me he lanzado a hacer públicos mis pensamientos, mis anécdotas y mis historias. Os advierto de que leer esto puede ser un rollazo (y si no preguntad a quien me aguanta cada noche...) pero me he decido a escribir a modo de terapia.

El ritmo de mi vida acelera y decelera sin que yo pueda pararlo. Mi descontrol emocional es tal que cualquiera pensaría que padezco una precoz menopausia. Y, para colmo, no dejo de crear 'teorías', que es como yo llamo a mis divagaciones acerca de la vida, la muerte y demás trascendencias.

En conclusión, este blog nace para ser el lugar donde dejar bien atado todo lo que me sucede y que sucede a mi alrededor; para que el ritmo frenético de la vida moderna no pueda conmigo, porque las palabras, escritas, no se las lleva el viento.

Un beso a todos.