14 feb 2008

La Vida Moderna

Para poder construir teorías y relatar prácticas referentes a la Vida Moderna, para que entendáis el marco en el que nacen mis experiencias, lo primero que voy a hacer es describiros mi particular visión acerca de qué es y en qué consiste tal estilo de vida.

Estás viviendo irremediablemente lo que yo llamo la Vida Moderna si:
1. Naciste en un país occidental, gobernado en democracia, relativamente avanzado y capitalista.
2. Tienes entre 16 y 45 años. Los menores de dieciséis, los que todavía no están trabajando, tengo la esperanza de que vivirán otra cosa; los mayores de cuarenta o cuarenta y cinco han recibido una educación diferente, han vivido otra política, han tenido distintas oportunidades, preocupaciones… Aunque a ellos también les interesa la Vida Moderna porque tienen a su descendencia inmersa en ella.
3. Tienes un trabajo que te reporta muy pocas satisfacciones. En tu empresa no te tratan como a una persona de carne y hueso sino que a veces parecen verte como a un ente robótico, que ni sufre, ni padece y que puede trabajar en unas condiciones de mierda y mucho, trabajar mucho.
4. No ganas lo suficiente como para llevar el ritmo de consumo que marca la norma. No puedes comprarte una casa y si lo intentas, vives tan ahogado que empiezas a prescindir de las salidas nocturnas… No tienes un coche guay, ropa guay, amigos guays, pisito guay, porque los precios están por las nubes y tu sueldo es miseria.

Los que vivimos una Vida Moderna ya no nos conformamos con tener suficiente alimento para estar nutridos (porque nos encanta la Nocilla), nos parecería terrorífico tener que rescatar y volver a vestir los jerseys de hace ocho años (aunque calientan igual), ya no queremos arrugas, ni celulitis, ni tetas pequeñas (aunque ahí resida la verdadera belleza).

Queremos ser cultos, guapos, llevar una vida plena, rodeada de gente interesante y practicar un montón de aficiones. Nos frustramos cuando no nos quedan bien unos pantalones o cuando nos quedamos todo un domingo en casa sin hacer nada.

Hace cincuenta años (y actualmente en muchos países del mundo) la gente no podía acabar con su celulitis de un plumazo, ni viajaba cada año, ni practiba kite surf, sin embargo había mucha gente feliz (e infeliz, claro). Por tanto, me llama poderosamente la atención que el índice de depresión entre la población aumente cada año y crezca en la misma proporción en que lo hacen los avances en la medicina, las innovaciones tecnológicas, la reducción del precio de los billetes de avión, etc. ¡Qué curioso! Cuanto más fácil es hacerse un viaje al paraíso, cuantas menos enfermedades padecemos, más tristes estamos: en 2006 el 15% de la población total española que superaba los 16 años estaba deprimida, según el INE. Si contamos las depresiones infantiles y las no diagnosticadas, se estiman unos cuantos puntos porcentuales por encima de lo que revela el INE…

En conclusión, la Vida Moderna es la que nos sumerge en un círculo de falsas aspiraciones. Es la que no nos ha enseñado a ser fuertes y no frustrarnos ante las adversidades, la que nos quiere incapaces de disfrutar de las cosas verdaderamente importantes. La Vida Modena es la que nos dio acceso a un teléfono móvil y a la vacuna contra la rubeola, la que nos permitió beber Coca-Cola cuando tenemos sed y Actimel cuando padecemos estados carenciales. Pero la que no nos deja disfrutar de lo que lo de verdad importa, lo que hace treinta años, cuando un GPS eran sólo tres letras, hizo feliz a un montón de hombres, mujeres, niños, ancianos y bebés: el amor.

Para seguir pensando:

1. ¿Quién está interesado en fomentar la Vida Moderna? ¿Quiénes se aprovechan de la superficialidad?

2. ¿Por qué lo que de verdad importa, una vez tenemos las necesidades básicas cubiertas, es el amor: el cariño, el respeto, el apoyo, la comprensión, la amistad?

Besos a todos.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Se te va la olla.

Necesitas ganar más para tener amigos guays? Me confundes, o no soy guay o no soy tu amigo. Qué triste me has dejado!

Anónimo dijo...

Ole,ole,ole, tú tiene bló y yo lo estreno como comentarista!!! (Por cierto, nombre de bló: mu largo). Con respecto a la vida modenna, qué quieres que te diga, cada uno nace donde le toca y como le toca, pero la vida es ahora más larga que nunca, y siempre está en nuestras manos dirigirla. Cuesta? mucho. Hacia donde? Que lo conteste el que sepa. Evidentemente, vivimos como otros quieren y además para ellos. Yo creo, desde mi humilde punto de vista, que es difícilísimo salirse de los cánones sino, que se lo pregunten al protagonista de la última película de Sean Penn... pero bueno, siempre existen opciones. Yo te mando un montón de ánimos y un montón de bezos.
Hasta la vista guapetona!

Anónimo dijo...

Estoy viviendo la vida moderna.
Pero me encantan las tetas pequeñas. Bueno, en realidad, me encantan las tetas, independientemente de su tamaño, peso, formato de pezón y color.

No sé si el comentario cuadra mucho con la línea reflexiva del blog, pero prometo corregirme.

Un abrazo, eh?

Anónimo dijo...

Hola Cristina. Verdaderamente se ve que has reflexionado últimamente. Y mucho. Estoy de acuerdo en casi todo lo que dices, aunque con un ligero matiz. Creo que muchas veces, el hecho de darle tantas vueltas a las cosas es lo que nos hace ser infelices. A veces, casi siempre, hay que desdramatizar, y así conseguimos ser más felices. Si puedes pegarte un viaje de puta madre, bien, pero si no, tampoco pasa nada.
Esto en cuanto a lo trivial. En lo referente a lo verdaderamente importante, creo que la clave es, precisamente, decidir cada cual qué es importante y qué no. Y a partir de esa lista, que conviene no sea muy extensa (familia, salud, colegas, pasta para vivir lo mejor posible), tomarse las cosas con calma. Y reirse. De uno mismo y de los demás con cariño. Quien no permite que se metan con él es un acomplejao. No te fíes de aquellos a los que les gastas una broma y se cabrean.
Bueno, me he desviao, pero eso. A tomarse las cosas con una sonrisa, a relativizar y a vivir.
un beso.

Cristina de la Torre dijo...

Respuestas a:

- Carlos: no, no hace falta ganar mucho dinero para tener amigos guays, pero eso es lo que cree la gente. ¡Tú eres estupendo, eres mi amigo y vas a ganar la marathon de NY!

- Gonzalo: me ha encantado eso de "siempre está en nuestras manos dirigirla" y "siempre existen opciones". Estoy absolutamente de acuerdo. ¡Güerve pronto Gon! ¡te echo de menos! ¡ten cuidado con los bichos del desierto!

- Anónimo 1: Este blog no tiene porqué mantener una línea reflexiva, me encanta tu comentario. Además, mis tetas son pequeñas.

- Anónimo 2: Absolutamente de acuerdo contigo en la necesidad de desdramatizar y de reirse de uno mismo y los demás. Intento hacerlo a menudo, de hecho me has dado pie para escribir un nuevo post.

Anónimo dijo...

Muy bien la teoria ¿y la práctica?

Cristina de la Torre dijo...

Esto sólo era una descripción de la vida moderna, cuando cuento mis teorías todavía se me va más la pinza. La práctica es la de cada uno cada día. Ya iré contando mis anécdotas, tú puedes contarnos también tus experiencias en tu vida moderna.

Anónimo dijo...

Tengo 46 años y vivo en esa vida moderna que cuentas ¿por que me excluyes? Moderno-a: perteneciente al tiempo de quien habla o a una época reciente.
Todos los hombres a lo largo de la historia han vivido todas las mierdas que cuentas. Las cosas de verdad no cambian, las emociones primarias son las mismas de siempre. El miedo, la tristeza, la culpa, la vergúenza, la alegría, el amor etc.Sólo cambian los modos y eso no es lo importante.
Siempre ha habido guerras porque la ambición y la crueldad no tiene momento histórico ni los jilipoyas que se miden por lo que tienen. Siempre ha existido el ideal de belleza y en todas las culturas a través del tiempo la gente se ha sometido a costumbres aberrantes: en China le vendaban los pies a las niñas para que no les crecieran ya que tener pies grandes no era bonito en una mujer, esto les provocaba unos dolores terribles que acababan por deformárselos y encima las dejaba medio inválidas. En la actualidad, en algunas tribus africanas, se hacen crecer el cuello a base de estirárselos con unos collares; pasado un tiempo, la musculatura está tan debil que deben pasar la vida con ellos puesto porque no son capaces de sostener sus propias cabezas.
Podría seguir poniéndote ejemplos de lo que quieras en todos los ámbitos de la vida pero creo que no es necesario.
La felicidad no es un estado permanente que nos viene así sin más. La felicidad depende de nuestras actitudes ante lo que nos pasa en el día a día. Tenemos que aprender a tomarnos las cosas tal como vienen, si son buenas tómalas y disfrútalas al máximo y si son malas, sopesa las posibles soluciones ¿puedes luchar por cambiarlas? inténtalo ¿no puedes hacer nada? olvida y a otra cosa.
Alguien dijo algo así como "vive como si fueras a vivir siempre y disfruta como si fueras a morir mañana".

Cristina de la Torre dijo...

Tienes razón, igual me pongo demasiado pesimista y pienso que lo peor nos ha tocado a nosotros, pero es cierto que mierda ha habido siempre. Me quedo con tus dos últimos párrafos, con el sentimiento optimista de saber que si quieres, puedes.
Eres muy lista y muy fuerte. ¡Muac!

Anónimo dijo...

Bueno Cris, todo el mundo tiene derecho a ser pesimista de vez en cuando ¿por qué no desahogarnos?.
Tienes razón en muchas cosas y eso cabrea bastante.Al menos que nos dejen el derecho al pataleo.