25 feb 2008

Sorpresa

Si echo la mirada atrás y trato de imaginarme hace diez años en la consulta de una bruja diciéndome (y adivinando…) cómo iba a ser mi vida actualmente, no me hubiera creído ni una sola de sus palabras.

Ahora me doy cuenta de que de nada sirven los planes porque el destino te depara experiencias que nunca hubieras esperado. ¿Imaginabas así tu situación laboral? ¿Y tu familia? ¿Y tus amigos? ¿Y dónde vives? ¿Y eso que te está pasando ahora…?

¿A que no?

Lo maravilloso de todo esto es saber que la vida te traerá momentos que ahora ni te imaginas. Seguro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si tengo que ser sincero, mi vida se parece bastante a lo que siempre quise e imaginé. Lo malo es que las cosas cambian y ahora no sé si lo que siempre quise e imaginé es lo que quiero. Una parte sí, seguro. Pero no sé si para tener esa parte me tengo que quedar con el todo. Que lío, no? Y que egoista, supongo.

Cristina de la Torre dijo...

Te entiendo perfectamente. Yo tuve que renunciar a la vida que siempre había querido porque algo apareció que removió mis tripas como nunca antes. A veces hay que tomar decisiones muy difíciles, pero sea lo que sea, hay que ser valiente, puede que también egoísta, pero nunca un cobarde.

Anónimo dijo...

Me gustan los cambios y las sorpresas agradables, me agrada que que la vida no sea siempre igual y me encanta que parte de las razones por las que las cosas cambien radique en las personas que nos encontramos por el camino. Nunca imaginé que me fuese a pasar nada de lo que me está pasando, pero me da miedo arrepentirme de lo que pudo y nunca fue una vez pase el tiempo y las cosas vuelvan a ser como se supone que tenían que ser, eso sí que me desagrada, y no las sorpresas.